El «dolor de espalda» es un mal muy común. Nos duele la espalda por el trabajo, por hacer deporte, por llevar zapatos de tacón, por conducir, por lesiones antiguas, por dormir en una postura incorrecta, por malas posiciones, por el estrés y las tensiones de la vida diaria, escoliosis, hernias discales, etc..
Y se presenta de múltiples maneras. El dolor puede aparecer en la parte alta de la espalda, los hombros y el cuello o la parte mas baja, la lumbar, allí donde la esplada pierde el nombre : -)
Muchas veces va acompañado por dolores en las extremidades, hormigueo en los dedos, entumecimiendo de las manos o piernas.
Muchas causas y muchas variantes pero básicamente nos duele la espalda por:
- Tensiones musculares en el cuello, hombros y parte alta de la espalda
- Problemas con los músculos y nervios de la cadera
- Problemas articulares en las vértrebras
- Inflamación en las articulaciones
- Problemas cervicales
- Malformaciones de columna
- Problemas con los nervios cervicales.
La columna vertebral y los músculos y tendones adyacentes realizan un gran esfuerzo de forma permantente durante toda nuestra vida para mantenernos «rectos». No es difícil que un mal movimiento o una acción repetitiva acaben dañando el sistema. Y eso, sin olvidar que en el interior de la columna están los nervios que conectan todo nuestro cuerpo con nuestro cerebro. Cualquier problema en huesos y músculos podrá afectar fácilmente a los nervios haciendo que suframos, por ejemplo, hormigueo en las manos o un entumecimiento de los pies. O un dolor irradiado a traves de toda la pierna por el nervio ciático.
Las sesiones de guasha en la espalda ayudan a mitigar los problemas, principalmente relajando los músculos y permitiendo que el sistema «espalda» recupere su posición correcta.
Generalmente una sesión de guasha puede empezar en la columna, en la base de craneo y bajar desde el cuello hasta el coxis. Las zonas más oscuras, las que muestran el sha, a lo largo de la columna, nos diran a que altura se encuentran nuestros mayores males y las zonas en las que hay que hacer más hincapie en el tratamiento.
Tras una sesión de guasha completa de la espalda, sin prisas y bien realizada notarás los beneficios en el momento. Te sentirás aliviado inmediatamente.
Y como siempre, no se debe olvidar que para que nuestro cuerpo no nos de problemas debemos tratarle bien: comer sano, hacer ejercicio y mantener la cabeza relajada.